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Miguel Zagorodny – Ingeniero de audio en vivo y estudio de Les Luthiers
28 enero 2010

Nuestro entrevistado contesta desde Argentina algunas preguntas sobre su trabajo con Les Luthiers, grupo ejemplar en el arte de hacer un show de humor a través de la música, pero no con cualquier instrumento, sino con los fabricados por ellos mismos y que han llamado instrumentos informales, que a la batuta del personaje Johann Sebastian Mastropiero, llevan más de cuarenta años haciéndonos reír con agudeza, buen uso del lenguaje y por supuesto, un audio sobresaliente.

¿Cómo empezó tu carrera en el audio profesional, y cuándo comenzaste a trabajar con Les Luthiers?

“Nací en la ciudad de La Plata en la Provincia de Buenos Aires. Mi carrera comenzó no como profesional, ya que mi padre era músico e ingeniero y amante de los equipos de audio, así que crecí entre cables, micrófonos, grabadoras e instrumentos musicales. A los ocho años empecé mis estudios como percusionista y a los 14 debuté con mi primera banda. Paralelamente, y como siempre fui un amante de la música, casi sin quererlo me encontré poniendo música como DJ en fiestas y discotecas, y así me fui metiendo en el mundo del audio trabajando como sonidista (y cargando cajas) para grupos locales y compañías de sonido pequeñas, hasta que en 1986 inicié mi trabajo ya en Buenos Aires con algunos grupos de rock profesionales. Desde allí nunca he dejado de trabajar con el audio”.

“En 1996 entré a trabajar con Les Luthiers  como ingeniero de audio en vivo y estudio, y hasta la fecha estoy con ellos, además de algunos otros proyectos que hago con orquestas sinfónicas, de jazz y tango, entre otras, y en el estudio”.

¿Cuál es el reto de hacer el audio para esta agrupación, y cómo has usado las nuevas tecnologías a tu favor?
“El mayor reto está siempre basado en no tener límites para la creación. Cuando empecé con Les Luthiers venía con los estereotipos de las bandas tradicionales, con instrumentos y metodologías tradicionales, pero tuve que cambiar radicalmente mi cabeza y poner mi imaginación al servicio de la amplificación de estas cosas raras llamadas instrumentos informales. Al principio no entendía mucho, pero rápidamente me fui dando cuenta que tenía que quitarme todos los prejuicios y lo estructural que había aprendido, y poner mi experiencia y conocimientos a trabajar pero desde otro lado, con otra visión. Tener que sacarle sonido a un perchero o a un bidet y que además no afectara a la estética del objeto no era nada fácil desde mi punto de vista anterior, pero gracias al apoyo y la experiencia de los artistas y de mis predecesores pude entender que la única limitación es mi propia imaginación,  así que el mejor desafío es cada vez que nos ponemos a trabajar con todo el equipo técnico para solucionar o crear un sistema de amplificación y saber que además de estar haciendo algo único, no hay límites para ello. Eso es lo mejor”.

“Con respecto a las nuevas tecnologías, justamente la creatividad y el desarrollo del que hablo anteriormente llevan aparejada la implementación constante de las nuevas tecnologías. Trato siempre de estar actualizado y al día con ellas. Siempre que sale algo nuevo que pienso que puede servirnos trato de probarlo y si creo que se justifica presento la inquietud y  pido que lo implementemos, aunque desde la platea no lo parezca o no se note demasiado. Les Luthiers es un grupo que se basa mucho en la tecnología”.


 
¿Existe una prueba de audio como tal en Les Luthiers? ¿Cómo la realizas?
“No existe una prueba de sonido con los artistas, salvo que el lugar o la ocasión lo amerite, por ejemplo, si llegamos al lugar del show y el recinto es muy malo o las condiciones no son muy propicias para el desarrollo del espectáculo; así, es probable que les pida a ellos que pasen un rato a probar algunas cosas y se prestan sin ningún inconveniente, pero diría que el 99 por ciento de las veces esto no ocurre. La prueba la realizamos los técnicos. Una vez que el sistema de sonido se encuentra ajustado (por lo general trabajamos a la par con un técnico especialista del equipo al cual  yo le solicito algunas necesidades específicas), comenzamos una supervisión de absolutamente todo lo que va a salir al escenario. Esta rutina se repite siempre, y cada vez antes de empezar una función, es decir, que no importa que el día anterior lo hayamos usado. Si al otro día y en el mismo lugar hay otra función se vuelve a revisar todo antes de dicha función. Somos obsesivos con el tema de la seguridad y la prevención de desperfectos”.
¿Cómo seleccionan la microfonía y la consola para amplificar y controlar estos instrumentos tan distintos, y cómo manejas la movilidad que tienen en el escenario?
“La microfonía es seleccionada de acuerdo a lo que el instrumento y la obra necesiten. No estamos casados con ninguna marca ni modelos de nada. En el momento de la composición de las obras y con la presentación de nuevos instrumentos, se va diseñando conjuntamente con los responsables de las distintas áreas (músicos, escenario y demás), la implementación de la microfonía. Para esto se estudia cuál es la necesidad de la obra a la hora de la entrada y salida de los instrumentos al escenario, su transportación, los viajes en gira que tendrán y otros factores. Todo se evalúa a la hora de pensar en poner un micrófono o 18, como por ejemplo en el instrumento llamado Bolarmonio, que lleva esa cantidad, y para el cual se fabricaron especialmente las cápsulas para su amplificación.  Creo que tenemos todos los tipos de micrófonos conocidos: dinámicos, de condensador, electred o piezo eléctricos, y se usan de acuerdo a la necesidad de audio, movilidad, y estética”.
 
 

El espectáculo de Les Luthiers requiere de mucha movilidad de los instrumentos, es por ello que una gran cantidad de ellos son inalámbricos. De una obra a la otra a veces sólo hay unos pocos segundos para desmontar y montar por completo otra  escena. Tenemos un sistema automatizado de online check, como me gusta llamarlo, y es que durante el show, y por intermedio de un envío auxiliar automatizado de la consola, dedicado especialmente a eso, los asistentes revisan los instrumentos segundos antes de que entren a escena e incluso muchas veces ya cuando están en el escenario y a oscuras. El técnico, al montar el instrumento, o a veces el mismo músico al momento de entrar a escena, tocan el instrumento y por dicho auxiliar, que funciona como un PFL (Pre-Fade Listen), pueden escuchar por sus audífonos inalámbricos si esa línea llega en perfectas condiciones a la consola sin que el público se dé cuenta de nada y así tienen mas seguridad de que todo saldrá bien. De existir alguna falla, en ese momento se disparan varios sistemas de seguridad, tales como micrófonos o instrumentos de emergencia o si no hay tiempo para un cambio se le pide al actor (que ya sabe cómo hacerlo) que estire un poco la presentación o el texto de la escena a fin de poder solucionar el problema”.

“Debido a esto es que necesitamos usar una consola digital con escenas programables para poder cambiar muy rápidamente de una escena a la otra; además, un show de Les Luthiers utiliza más de cincuenta canales, y por el tipo de obras que presentan actualmente sería imposible hacer el trabajo con una mesa analóga. Aunque no soy muy amante de la conversión del audio análogo a digital para usos en vivo,  considero que para este uso en particular es la mejor opción”.

¿Cómo logras que tanto la música como la voz sean tan claras, sobre todo cuando una parte muy importante del show es que los diálogos y las canciones se escuchen a la perfección?
“Es cierto, este es un show de humor, teatro y música, pero lo principal es que los diálogos se entiendan perfectamente porque una palabra que se pierda puede hacer perder el desenlace de toda una obra. Trabajamos muchísimo en la selección de los micrófonos y de los equipos, en cómo ubicarlos para que tengan una buena distribución en todo el recinto; en las pruebas tenemos sistemas de altavoces independientes dedicados sólo a las voces, es un trabajo arduo desde la preproducción (una palabra un poco desconocida en Latinoamérica), ya que estas cosas se planean desde los ensayos y desde los comienzos de las obras, en donde se estudia cada caso en particular. Cada show tiene casi un año de preparación, tanto en parte artística como en la escénica y la técnica. En esto baso yo mi trabajo, mi obsesión es principalmente que las palabras se entiendan y que los instrumentos suenen naturales”, que en realidad no se escuche que están amplificados, si logro eso mi meta está cumplida”.

  ¿Cuáles son los principales problemas a los que te enfrentas en los shows?
“Creo que los principales problemas son por un lado las acústicas de los recintos (que en la mayoría de los casos son malas). Todos sabemos que en general la mayoría de los lugares en donde actualmente se realizan shows de todo tipo no fueron concebidos para eso o no se le dio importancia a la acústica a la hora de construirlos, es un mal que tenemos que sufrir todos los que trabajamos en esto, aunque no deja de ser un desafío profesional tratar de hacer sonar bien esos lugares. Por las características especiales de este espectáculo la mala acústica es un enemigo acérrimo de la inteligibilidad de las palabras, lo cual dificulta mucho el trabajo, y el otro inconveniente con el que lucho a diario son los micrófonos de solapa, corbateros o lavaliers. En el caso particular de Les Luthiers, ellos usan para la amplificación de sus voces micrófonos de solapa en la solapa; no les gusta y les molesta tener algo pegado en la cara como se utilizan hoy en día los micrófonos en la mayoría de las obras de teatro o comedias musicales. Esto es una desventaja grandísima, ya que al tener el micrófono tan lejos de la boca y de la emisión del sonido es necesario darle una mayor ganancia a los mismos, con las complicaciones que esto trae en ruidos y posible retroalimentación”.

Sin lugar a dudas, el trabajo que Miguel Zagorodny realiza con Les Luthiers es en gran medida distinto a los que muchos de sus colegas están acostumbrados. Tener a cinco experimentados músicos que también son actores y que llenan el escenario con instrumentos nada usuales no es tarea fácil, amén de que la tecnología debe estar en primera línea para obtener el éxito de este extraordinario show, que desde hace más de cuarenta años ha hecho entretener de manera ingeniosa y bien producida a muchos países, tanto de habla hispana como de otros idiomas.


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